martes, 13 de octubre de 2009

Cusciuta

Que a los madrileños nos gusta la calle no es ninguna novedad, allá donde vamos llevamos el callejeo con nosotros. Andorreteamos, vagabundeamos, exploramos, husmeamos y algunas veces hasta pasan cosas.





1 comentario:

marta villota dijo...

ay... ese parque en williamsburg! que yo crei tan secreto... hasta los ortodoxos lo visitan..
pero está más verde y todo!